youtube

youtube
NUESTRO CANAL DE YOUTUBE

miércoles, 6 de agosto de 2025

Dani Rovira: Vale la Pena - Una charla terapéutica disfrazada de comedia.

Por Javier Martínez Luna.

RESUMEN:

Nuestra historia está protagonizada por Dani Rovira (Ocho apellidos vascos, 100 metros), quien en esta ocasión no interpreta a ningún personaje, sino que se presenta a pecho descubierto, con la verdad por delante. Vale la pena no es solo un monólogo cómico: es un retrato íntimo y a la vez colectivo, un viaje emocional que atraviesa la tristeza, el duelo, el humor y la esperanza. Grabado en el Teatre Coliseum de Barcelona y distribuido por Netflix, este especial es el proyecto más personal del cómico malagueño hasta la fecha.

La historia comienza de forma inesperada: con Dani saliendo de una sesión de psicoterapia. Ese gesto simbólico marca el tono de todo lo que viene: esta vez no ha venido solo a hacer reír, sino a compartir su proceso de sanación. A través de anécdotas, reflexiones y confesiones, nos lleva por los rincones menos transitados del alma, usando el humor como linterna.

Durante el espectáculo, Dani rememora una etapa de su vida marcada por la enfermedad: tras superar un linfoma de Hodgkin en 2020, cayó en una depresión profunda. Lo que parecía el final feliz de una historia de superación médica, resultó ser el comienzo de una batalla emocional inesperada. “Nunca pensé que podría deprimirme… creía que eso era cosa de gente débil”, confiesa. Esa frase resume el estigma que Vale la pena busca derribar.

Pero esto no es un drama disfrazado de comedia. Es una comedia con cicatrices visibles, donde cada risa está tejida con conciencia. Rovira habla de la infancia, de la vulnerabilidad masculina, de la cultura de la exigencia, del dolor, del amor, del odio en redes, de la cancelación, y del silencio emocional que pesa sobre tantos. Y lo hace desde la cercanía: no se ubica por encima del público, sino a su lado.

La dinámica emocional del monólogo se construye en capas. Primero la risa, luego la duda, después la pausa, y finalmente, la conexión. Rovira recuerda cómo su perro Carapapa fue una tabla de salvación cuando no quedaba nada más. Habla del amor como redención, de la tristeza como parte legítima de la vida, y de la importancia de tener una tribu, esa gente que no te exige que estés bien, sino que te acompaña cuando no lo estás.

Mientras transcurre el show, la narrativa gira hacia algo más grande: un espejo colectivo. Habla de una sociedad pospandemia rota, cansada, rabiosa, y propone un nuevo pacto: menos exigencia, más comprensión. Menos etiquetas, más escucha. Entre carcajadas y silencios, emerge el mensaje más poderoso: “no estás solo”.

Todo esto nos conduce a un acto final profundamente catártico. Dani, de pie bajo una luz cálida, deja de hacer chistes. Se queda quieto. Mira al público y les recuerda que llorar también está bien, que fallar también forma parte de estar vivo. Y que incluso en la oscuridad, hay siempre una razón para quedarse. Para luchar. Para volver a empezar.

En el epílogo, no hay fuegos artificiales ni remates cómicos. Solo un aplauso largo, sincero. Dani se despide con una sonrisa vulnerable, y una frase que ya no suena a eslogan sino a verdad vivida: “Vale la pena”.

Y en la última escena, mientras se aleja por una calle vacía, no vemos a una estrella, ni a un personaje. Vemos a un hombre que ha aprendido a vivir con lo roto, y que ha decidido contarlo. No por fama. No por espectáculo. Simplemente, porque compartirlo… también vale la pena.


OPINIÓN PERSONAL:

Después de ver este monólogo puedo afirmar sin ningún miedo o vergüenza a reconocerlo, que este es el producto audiovisual que más profundo a conseguido calarme en todo lo que llevamos de año, incluyendo series, películas, documentales o cualquier otro tipo de formato, estaría mintiendo si no reconociese que Dani Rovira ha conseguido trasladarme un mensaje mucho más relevante que el de cualquier otro producto en este 2025

Y es que este monólogo de tan solo 80 minutos de duración consigue atacar a las emociones más profundas de cualquier persona que haya pasado o este pasando por un mal momento en su vida, sin importar cuál sea tu problema, creo que toda persona puede llegar a sentirse identificada con esta charla terapéutica disfrazada de comedia que nos ofrece el cómico. Rovira aborda la pena como concepto, algo necesario en nuestras vidas, demostrándonos con hechos vividos y experiencias reales, que muchas veces necesitamos parar toda nuestra vida, recibir un golpe y sufrirlo como este merece, porque sufrir es algo necesario, es aprendizaje, pero nunca puede ser motivo de estancamiento, como bien indica Dani Rovira, la pena es necesaria, pero no puede ser algo permanente y por supuesto, ya que te toca sufrirlo y pasar por eso, tiene que servirte de aprendizaje y experiencia vital.

Quizás el motivo de que este mensaje haya calado tanto en mí se deba a mis circunstancias personales actuales, no lo niego, a aquellos demonios internos que todos tenemos y a aquel sufrimiento necesario que a todos nos acaba llegando a lo largo de la vida y que quizás ahora más fuerte que nunca en mi vida, me esté tocando atravesar por mi propio pie, en silencio y sin que nadie llegué a saber a ciencia cierta todo lo que uno tiene que atravesar para poder mostrar una sonrisa al mundo de nuevo, una vez pasada la tormenta. Pero aún así, dejando de lado las circunstancias personales y el momento vital de cada espectador de este show, pienso que esto que hace Dani Rovira frente a esas personas subido en esa tarima, es algo más que necesario, es una charla que nos recuerda la importancia del sufrimiento, pero también la importancia de la vida y que por muy oscuro que este todo, la vida siempre vale la pena.

Creo firmemente que el trabajo de guión por parte del cómico malagueño es espectacular, consigue hacerte reir a carcajadas y romperte en llanto en cuestión de minutos para luego recordarte que en eso mismo consiste la vida, en pasar por momentos muy buenos de risas y alegría siendo plenamente conscientes de que esa felicidad es temporal y que tenemos que disfrutarla en el momento porque no volverás a vivir ese instante e igualmente ser conscientes de eso mismo cuando nos toca afrontar un momento dificil, abrazar y disfrutar en la medida de lo posible el sufrimiento y la pena, ser consciente de que tienes que pasar por eso para ser una mejor versión de tí cuando todo termine y por supuesto no perder el foco, no olvidar que es algo temporal y que volverás a reir, por muy duro que sea el golpe que la vida quiera asestarte, siempre, siempre, volverás a brillar.


Simplemente quería hacer este artículo en forma de agradecimiento a él, a Dani Rovira y a todo el personal encargado de este producto. Porque decidí verlo al final del día con idea de reirme y desconectar un poco de todos los problemas cotidianos que todos arrastramos y lo consiguió, me hizo reir y no pensar en nada más durante un tiempo, pero sin duda, el mayor regalo que pudo hacerme esta historia es todo aquello en lo que sí me hizo pensar, ese lema que dice que siempre vale la pena, esas experiencias e historias narradas en tono cómico desde una voz experta en ambos campos, maestro total de la comedia y el humor en nuestro país, pero por desgracia también expertos absoluto en el sufrimiento y la pena, Dani Rovira, ese cómico que ha superado rupturas sentimentales, una gran depresión, la pérdida de seres queridos y una de las enfermedades más duras que existen y que aún así, a pesar de todo eso, nos demuestra una vez más que siempre valdrá la pena subirse a un escenario a narrar todas esas malas experiencias que ha superado, consiguiendo ser la prueba viviente de que no hay mal que valga más que la vida misma y por supuesto a hacer reir a todo un teatro. Gracias una vez más por enseñarnos lo completamente jodida y complicada que puede ponerse la vida a veces, pero a su vez, lo extremadamente bonita y valiosa que puede llegar a ser, gracias a ti Dani Rovira, porque quizás no serás consciente nunca, pero estoy seguro de que has ayudado a muchos con este monólogo, por momentos parecía que me hablaras directamente a mí o quizás es que en el fondo esta charla era justo lo que necesitaba oír en este mismo momento.

Sin más que añadir os dejo mi valoración final del monólogo:

No hay comentarios:

Publicar un comentario