Por Javier Martínez Luna.
¿Es posible que toda una clase de niños de primaria desaparezca de golpe sin dejar rastro de la noche a la mañana? Esta película nos demuestra que si es posible aunque no del todo, desaparecerieron todos los niños excepto uno, nuestro protagonista Alex...
RESUMEN:
Nuestra historia se sitúa en el pequeño pueblo de Maybrook, Pennsylvania, donde una noche cualquiera, a las 2:17 a.m., una procesión silenciosa rompe la inocencia colectiva: diecisiete niños de una misma clase de tercer grado abandonan sus hogares y desaparecen misteriosamente. Solo hay un superviviente: Alex Lilly (Cary Christopher), el alumno más reservado, que ahora se convierte en el eje central del miedo, el desconcierto y la desesperación.
El suceso desata el pánico y fractura varias vidas. Justine Gandy (Julia Garner), la profesora que entra a su clase y ve diecisiete pupitres vacíos más el de Alex, pasa de ser una figura querida a convertirse en la villana de la historia. Empuja los límites del dolor; recae en el alcohol y recurre a su exnovio policía, Paul Morgan (Alden Ehrenreich), en busca de consuelo y respuestas.
Archer Graff (Josh Brolin), padre de uno de los niños, vive atrapado entre el dolor desgarrador y la impotencia frente a una policía ineficaz. Su acción en solitario nace del amor y la culpa.
El director Marcus (Benedict Wong) intenta sostener el caos institucional; James (Austin Abrams), un marginal que irrumpe en la trama tras descubrir algo en la casa de Alex; y finalmente los padres de Alex, Mr. y Mrs. Lilly (Whitmer Thomas y Callie Schuttera), cuya presencia es fundamental: son poseídos por la fuerza que acecha esa casa, no son simples víctimas, sino catalizadores del suspenso.
En este tejido emocional, los padres de Alex encarnan mucho más que víctimas tibias: están bajo un hechizo cruel, convertidos en figuras inmóviles sobre un sofá, cuyo bienestar es el precio de un silencio aterrador. Justine los observa, rota, y exige una revisión de salud que terminará por desvelar que algo sobrenatural los mantiene cautivos.
La pieza clave es Gladys (Amy Madigan), presentada como la tía abuela de Alex… pero en realidad una bruja inmortal que utiliza magia ritual usando cabello, objetos personales y una rama espinosa para drenar la vitalidad de su víctima, incluidas las de los padres de Alex. Posesión, ritual y chantaje emocional se combinan para tener a Alex completamente sometido.
La conmoción emocional crece cuando Justine y Archer, movidos por la culpa y la empatía, exploran la casa. Ahí descubren a los padres de Alex catatónicos, y son atacados por Paul y James, también controlados. Justine se defiende, asesina a los atacantes, y Archer, enloquecido, penetra hasta el sótano donde los niños están encerrados bajo el control ritual de Gladys.
En el clímax, Alex rompe el hechizo: recoge un mechón del cabello de Gladys y repite el ritual, invirtiendo el control. Los niños, en trance, se liberan y cargan contra Gladys, destrozándola en una persecución liberadora y brutal. Los padres de Alex permanecen desconectados, irreversiblemente afectados por el trauma.
Todo esto nos lleva a un desenlace de horror y redención emocional. Los niños regresan a sus hogares aunque profundamente afectados. Alex se traslada a vivir con otra tía más amable, removido de la casa donde vio a sus padres caer en trance. Y los padres no se recuperan, su presencia queda como una herida abierta en su pasado.
Epílogo:
La comunidad intenta recomponerse. Justine deja la enseñanza; Archer vuelve a su vida marcada por la pérdida; Paul confronta sus demonios. Pero en el último plano, bajo una tarde silenciosa, un niño camina solo por la calle y una voz desde una ventana apenas se le acerca: un susurro que recuerda que el mal no siempre muere, solo espera.
OPINIÓN PERSONAL:
En mi opinión sincera considero que Weapons ha tenido una brillante campaña de marketing en la cual tanto el trailer, como el primer teaser que vimos hace unos meses y todo lo que ha rodeado a la película durante este tiempo han logrado causar una sensación de misterio y terror moderno real en el espectador que ha conseguido atraer a muchos curiosos a las salas de cines esperando ver una gran película aterradora e inteligente como lo fueron Hereditary (2018) o la reciente Midsommar (2019), ambas del director Ari Aster. Además la repercusión en el genero del director de la cinta, (Zach Cregger) le precede gracias a su anterior trabajo también de terror, Barbarian (2022). Todo esto, en mi opinión, le juega una mala pasada a la película, ya que crea unas expectativas bastante altas en cuanto al nivel de la misma, que por desgracia, no llegan a ser correspondidas totalmente, a pesar de ser una buena película, al menos en mi caso, las altas expectativas jugaron en su contra para mi.
El gancho principal de la historia es bastante bueno y logra que la primera mitad de la película tenga un muy buen nivel y consiga mantener al espectador intrigado y a la vez en tensión por descubrir el misterio de toda esta historia, al principio no sabes si puede tratarse sobre espíritus, brujería, un secuestrador de niños o incluso algo distinto que no hayas contemplado aún, pero en mi opinión, desde que Gladys se muestra y descubrimos la trama y el motivo de todo lo sucedido, la película pierde bastante, lo que la hacia buena era ese aura de misterio y esa intriga por intentar descubrir que sucedía en ese pueblo y porque pasaban esas cosas tan extrañas, una vez resuelto, todo se hace mas sencillo como si en una película de superhéroes se tratase: ya sabemos quien es el villano, vamos a por el y acabamos con el mal.
Además de todo esto, yo (que no soy un espectador muy exigente), he logrado encontrarle algunos fallos de guión a la película, es cierto que la escena del coche en la que la madre de Alex le arranca un mechón de cabello a Justin es aterradora y te mantiene en tensión pero, ¿Qué sentido tiene para la historia?, quiero decir, Gladys ordena a la mujer ir a por un mechón de pelo de Justin pero luego nunca lo utiliza, en ningún momento vemos a Justin siendo hipnotizada, ni si quiera en el clímax cuando entra a la casa para acabar con Gladys, me parece que la escena carece de sentido totalmente mas allá de lo incómodo del momento. También podemos ver como Archer con tan solo dos grabaciones de dos de los niños desaparecidos y un mapa puede averiguar que los niños corrían en la misma dirección, hacia la casa de Alex, justamente el único superviviente de todo aquello, quiero decir, ¿Acaso todo el departamento de policía del pueblo y el FBI unidos no pudieron averiguar esto antes?, ellos tenían todas las grabaciones y no solo dos de ellas como Archer, muchos más medios y personal trabajando en el caso, todo esto hace que el guión me resulte un poco pobre y conveniente.
A destacar creo que la actuación de Amy Madigan (Gone Baby Gone, The Hunt) como Gladys es bastante buena, sin ser tampoco algo sobrehumano y el resto del elenco me parece que esta bastante correcto. Me gusta la forma en que está narrada la historia, centrándose en cada uno de los personajes protagonistas y me parece que la película tiene varios sustos muy bien introducidos que te hacen saltar del asiento en momentos de tensión. Me parece una película bastante decente pero no creo que sea la mejor del año en su genero como muchos la están proclamando, sinceramente, pienso que es algo más relacionado con el buen marketing y acogida que está teniendo y me parece que Barbarian, el anterior proyecto del director, era bastante mejor en casi todos los aspectos.
Para finalizar os dejo con mi valoración final de la película:
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